viernes, 12 de enero de 2018

Yo y el tabaco


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Son las 7 de una preciosa mañana de julio y salgo de casa pensando en lo único positivo que tiene estar levantada a esas horas para ir a trabajar: respirar el aire fresco de las mañanas veraniegas, muy lejos del helador que me ataca cuando estamos en invierno.

   Y ahí voy yo, con la mejor de mis sonrisas, pensando en lo maravillosa que es la vida e intentando adivinar las cosas guays que me pasarán a lo largo del día......hasta que, justo antes de llegar al próximo portal, veo que sale de él una persona fumando. Vaya por Dios, ya se estropeó el buen rollo. El aire fresco desaparece y un asqueroso humo entra por mi nariz haciéndome toser. Me mira con desagrado y me suelta: "Estamos en la calle". Pues sí, estamos en la calle.....¿y qué?¿Acaso el humo en la calle molesta menos? pienso yo. Pero me niego a que mi mal humor vaya a más, así que no digo nada. Me limito a acelerar el paso para no seguir tragando esa pestilencia que va soltando.

   No es la única chimenea que me encuentro por el camino, y cuando llego al curro ese frescor matutino se ha convertido en un sensación pastosa en la boca, con un sabor como a brea. Y hablando de sabores: ¿habéis besado alguna vez a un fumador? Es lo más parecido a chupar un cenicero....imagino, claro, porque a una no la da por ir chupándolos....los ceniceros, digo 😉

   Pero todavía no ha terminado mi tortura matutina. Afortunadamente ya no se puede fumar en los lugares de trabajo: hay que salir a la calle. Y ahí me encuentro la última agresión a mi salud antes de entrar en la oficina; porque resulta que "la calle" en bares, empresas, oficinas, centros de salud, hospitales y colegios parece significar "justo a la puerta". Vamos, que hemos conseguido no respirar humo en el interior, pero antes hay que pasar por los fumaderos en los que han convertido los accesos a los edificios.

   En fin, que una se cansa ya de intentar defender sus derechos a respirar aire y no humo, porque es como luchar contra un muro que defiende sus derechos a hacer lo que les dé la gana aunque molesten a los demás. Y, la verdad, a mí me da lo mismo cómo quiera matarse cada uno, pero también tengo derecho a elegir la forma en que quiero morir yo y, en serio, no es ahogada en humo de tabaco.

   No desespero. ¿Quién sabe? Puede que mañana mi paseo matinal sea fresquito y puro 😊


Texto Ana María Blanco Estébanez
Todos los derechos reservados
   

lunes, 8 de enero de 2018

Yo y el Ángel de la Guarda

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   Desde que puedo recordar, siempre me hablaron del Ángel de la Guarda como un ser etéreo que nos vela en nuestros sueños y en nuestra vida, pendiente de que no nos ocurra nada. Hasta que un día te empiezas a cuestionar casi todo lo que te enseñan cuando eres pequeño; y piensas que si todos tenemos un "cuidador", nunca debería pasarnos nada malo ¿no?

   La verdad es que hay veces que estamos tan cerca de una catástrofe que parece imposible que salgamos ilesos. Es cuando solemos decir eso de "Pabernos matao" 😉

   Y entonces volvemos a plantearnos si no será verdad que tenemos a alguien velando por nuestra seguridad. Pero.....¿son ángeles o personas de carne y hueso que aparecen cuando más les necesitamos? Supongo que da lo mismo y que cada uno, según sus creencias, tendrá una imagen determinada de cómo es su salvador.

   Yo, hace años, tuve una  imagen de lo más real del mío....o de la mía, para ser más exactos. Estaba cruzando un puente que hace poco arreglaron, pero que en ese momento tenía unas aceras bastante estrechas para la cantidad de peatones que lo cruzamos, con un riesgo considerable debido al mucho tráfico que circula por la calzada. 

   El caso es que iba yo andando por mi derecha, que era el borde más cercano a la calzada, cuando de frente veo a un tipo que, para resumir, calificaré como el típico macho ibérico: no muy alto, robusto, pelo en pecho y andares agresivos, que, cansado de ir detrás de una pareja anciana con el carrito de la compra, decidió adelantarles justo cuando llegaba a mi altura. Le vi venir, claro que sí, pero me resultó imposible apartarme porque no había sitio; así que recibí un dolorosísimo empujón en el hombro y me vi caer a la calzada. Todo duró apenas un segundo, pero recuerdo que pensé "me ha matado", mientras veía la cara sorprendida del conductor que venía de frente y al que le era imposible frenar........y vi el brazo de una mujer que venía detrás del macho alfa que, con unos reflejos increíbles, me agarró al vuelo y me metió en la acera otra vez. "Pero qué bestia", me dijo después de asegurarse de que me encontraba bien. Todo el mundo se paró......excepto él, por supuesto, que siguió como si no hubiera estado a punto de matar a una persona.

   Así que, desde ese momento, estoy segura de que, efectivamente, puede que no tengamos un ángel tan encantador como el de "¡Qué bello es vivir!", pero sí hay algo que nos protege y se asegura de mantenernos en perfecto estado. Unos lo llamarán "destino" o "suerte" y, para otros, simplemente es nuestro Ángel de la Guarda😊


Texto Ana María Blanco Estébanez
Todos los derechos reservados
   

Deserción



   Están a punto de cumplirse 3 años desde que se fue; desde que, como yo suelo decir, desertó de la vida. Perder a alguien siempre es duro, todos lo sabemos, pero cuando esa pérdida es voluntaria, queda además un enorme sentimiento de culpa, de preguntarnos si hubiéramos podido hacer algo para evitarlo. Que sí, que ya sé que esas decisiones las toma uno solo, en medio de, lo que pienso que tiene que ser, una situación límite en la que no ves salida a una angustia y ansiedad inimaginables; pero es que, como amiga, me hubiera gustado poder ayudar más. Sólo espero que consiguiera la paz que tanto deseaba; que, dondequiera que esté, por fin, vea luz y no oscuridad.

   Cuando oí esta canción de Malú por primera vez, me acordé tanto de él. No sé si ella pensaba que pudiera reflejar una situación así......pero creo que, por fin, entendí cómo se sintió: "Demasiado fuego, demasiada agua, brilla más el miedo....""muerden las miradas y me estoy rompiendo porque pesan toneladas.....""¿Quién le puso al juego todas estas trampas?.....""un millón de suelos esperando mi caída.....""Ser invisible......ser invisible".

   Todos nos hemos sentido así alguna vez: que la vida nos ha dado demasiado palos, que lo negativo pesa mucho más que lo positivo y que, esa carga, cada vez es más imposible de sobrellevar. Todos hemos querido desaparecer.....o ser invisibles, como dice Malú en la canción. Pero aquí seguimos, porque de todo se sale; porque la vida te da muchos palos, pero también muchas alegrías; porque hay gente deseando verte caer, pero también mucha ayudándote a seguir. Lo malo es que en esos momentos no se ve nada más que lo que te ahoga hasta que no puedes respirar. No hay nada más que oscuridad agobiante que nubla tu cabeza y no deja emerger pensamientos positivos. ¿Depresión? Puede......o puede que, simplemente, haya personas que no son capaces que soportar tanto dolor.


Texto Ana María Blanco Estébanez
Todos los derechos reservados

Machismo, sexismo y los Reyes Magos

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   Ayer recibí uno de esos vídeos de mujeres desnudas usadas como objetos sexuales que, afortunadamente cada vez menos, se siguen enviando. La verdad es que, aparte de un ligero mosqueo, paso de ellos y ya. ¿Por qué esta vez ha sido diferente? Pues por quien me lo envió. Como una es abierta y sin prejuicios, tengo amigos para todo 😊

   Resulta que me lo envió uno de esos podemitas de la más rancia izquierda, de pensamiento único, que se consideran los máximos defensores de la igualdad de todo tipo, que se les llena la boca diciendo lo en contra que están de la violencia machista (como si fuera posible estar a favor de algún tipo de violencia) y que viven anclados en un revanchismo antifranquista, que utilizan para arremeter contra todos los males que nos acechan hoy en día, incluido algo tan mágico e inocente como puede ser la Cabalgata de Reyes. Porque ahora resulta que el hecho de que sean 3 hombres tiene no sé qué reminiscencias que, sinceramente, no me importa lo más mínimo, pero que aprovechan para reivindicaciones sociales y políticas que tienen el resto del año para reclamar.

   En fin, que sí, que fue este dechado de virtudes liberales y defensor de las mujeres el que me mandó el vídeo sexista y de mal gusto. ¿A que va a resultar que es un machista como contra los que despotrica?

   A ver, cielo......hay que ser un poquito más coherentes, porque, aunque tú creas que son inofensivos, es precisamente esa imagen que compartiste ayer lo que hace que haya hombres que crean que las mujeres somos objetos que se pueden usar y maltratar, o que haya "manadas" que salgan a cazarnos.

   Y ya. Espero que la próxima vez que os llegue alguna foto o vídeo de este tipo lo eliminéis y le reprochéis a vuestro contacto el habéroslo enviado.

   ¡Feliz día de Reyes para todos! Por cierto, para mí, y mientras nadie me demuestre lo contrario, siguen siendo tres hombres sabios de tres razas diferentes, repartiendo regalos a camello; pero que cada uno se los imagine como quiera, que para eso somos libres😁


Texto Ana María Blanco Estébanez
Todos los derechos reservados

viernes, 5 de enero de 2018

Yo y Morat


   Pues no, no he coincidido con ellos nunca. Vamos, que no les conozco personalmente. Y ni siquiera he ido a uno de los muchísimos conciertos que dieron este verano por toda España. Pero estos chicos colombianos han hecho que cante, salte y baile como hacía tiempo que nadie lo conseguía. Y es que sus letras son, a pesar del triste tema del desamor, de lo más alegres, positivas y pegadizas. Me imagino que ésa es la razón de que estén catalogados como un grupo para adolescentes; aunque no creo que eso sea correcto. No soy la única que hace muchos años que abandonó la adolescencia y que nos encanta escucharlos y disfrutar con ellos. Porque eso es lo mejor: cantar, bailar y brincar con sus canciones.

   Sinceramente no sé cómo ha ido el tema de los bolos del año pasado, pero me cuesta creer que haya algún grupo o cantante que haya hecho más que ellos. Allá donde ibas, había carteles anunciando un concierto suyo y, por lo que he oído, con llenos absolutos.

   Para mí han sido una de las grandes sorpresas del año pasado, en cuanto a música se refiere.  Podía haber elegido el vídeo de cualquiera de sus canciones, pero he elegido "Yo contigo" porque además es la banda sonora de una película, "Gru 3 Mi villano favorito", como ellos, divertida y optimista. Espero que sigan manteniendo ese buen rollo (se nota que son amigos desde hace mucho tiempo) y reflejándolo en sus canciones porque, la verdad......me encantan sus efectos secundarios 😊

   



Texto Ana María Blanco Estébanez
Todos los derechos reservados

Yo y Gala

Gala. Foto de Ana Mª Blanco Estébanez

   De pequeñita pasaba parte del verano en el pueblo, con mi abuela. Y de esa época es uno de los primeros recuerdos nítidos que tengo.

   Tenía alrededor de 4 años y la nieta de la vecina de la casa de al lado, que era de la misma edad que yo, vino a buscarme para llevarme a ver los cachorros recién nacidos de su perra. Como a cualquier cría de esa edad, la propuesta me entusiasmó: ¡cachorritos!, así que la seguí hasta su corral. Abrió la puerta.......y una enfurecida perra salió corriendo detrás de nosotras. Ella pudo esconderse en la casa; pero yo, que estaba en un terreno que no conocía, sólo corría y corría.....hasta que me caí y unas enormes fauces se clavaron en mi cabeza. Todavía puedo sentir el terror que me invadió y cómo lloraba y gritaba. Tuve suerte.....mucha suerte, porque mordió en duro y no me dejó ni un arañazo; aunque sí un pánico indescriptible a los perros. Ver uno hacía que me escondiera detrás de mis padres, o que cruzara de acera cuando fui creciendo. Sólo la gente que ha pasado por algo así puede entender los sudores y el miedo que te invaden cuando ves un animal al que asocias con el momento más terrorífico de tu vida.

   Suponía no ir a casa de amigos que tuvieran perro (afortunadamente nadie de mi familia los tuvo nunca), huir de mis vecinos cuando sacaban los suyos a pasear.....y sentirme estúpida cuando los dueños de los perros más pequeños intentaban convencerme de que no hacían nada, mientras se reían de que una chica tan grande huyera despavorida de un caniche 😓

   Ya de adulta fui controlando ese miedo y conseguí pasar por su lado sin apartarme. Incluso  acaricié algunos con los que llegué a tener algo de confianza. 

   Mis sobrinos siempre pedían un perro por su cumpleaños o Navidad, a lo que mi hermana se negaba porque era consciente de los cuidados que necesitan. No son un juguete que se tiene en casa sólo para jugar. Son seres vivos que se convierten en otro miembro más de la familia.

   Un sobrino de mi cuñado, de vacaciones en Almería, se la encontró abandonada y les preguntó si querían que la recogiera para ellos. Como los niños ya iban siendo mayores, mi hermana accedió y, hace algo más de 3 años, Gala llegó a nuestras vidas. Estaba en muy malas condiciones y, al principio, las visitas al veterinario fueron continuas. Además, debían haberla maltratado ya que era muy miedosa y no podías tirarle una pelota porque se escondía aterrorizada.

   Cuando la conocí, llevaba un par de meses con ellos y era muy juguetona, lo que hacía que me pusiera muy nerviosa, porque, como ya he dicho, necesitaba tener confianza en uno de estos bichos antes de tocarlo. Una vez se puso tan pesada que terminó tirándome al suelo.....y los recuerdos de mi infancia me paralizaron de tal modo que tuvo que venir mi padre a apartarla de mí, porque yo era incapaz de levantarme.

   Aprendió que yo era una sosa con la que no podía saltar, correr y a la que no podía lamer o mordisquear, así que, simplemente, se acercaba a mí para que la acariciara, que es lo más que me atrevía a hacer. No era una situación que me gustara, porque mi falta de confianza hacia ella repercutía en algo tan esencial como el momento de sacarla a pasear: no quería salir conmigo a menos que alguien más de la familia viniera con nosotras.

   Hasta que, por fin, me conquistó. Cuando me mira con esos ojazos que parecen entenderlo todo, me la comería a besos. Hemos llegado a un entendimiento total y confiamos la una en la otra. Y gracias a ella mi relación con el mundo canino ha mejorado muchísimo. No sé si mi pánico desaparecerá del todo alguna vez, pero lo que sí sé es que nunca podré compensarla por enseñarme lo divertido y cariñoso que puede ser un perro. Además, ahora entiendo a la gente que dice que, en vez de comprarlos, hay que recogerlos. Los perros abandonados te dan tanto cariño que sientes que nunca podrás estar al mismo nivel que ellos 😍


Texto y foto Ana María Blanco Estébanez
Todos los derechos reservados

martes, 2 de enero de 2018

Yo y los petardos

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   Tenía yo unos 15 ó 16 años y volvía del colegio con mi hermana, cuando, de repente me quedé sorda del oído derecho. Que ¿cómo fue? Muy doloroso: había unos chavales jugando con petardos;  dejaron uno en la ventana de un edificio, y fue a estallar justo cuando nosotras pasábamos por allí. Al ser yo la que iba más cerca de la fachada, fui la más afectada. En el momento de la explosión, perdí completamente la audición, aunque a los pocos minutos parecía que la había recuperado. Sin embargo, desde entonces, apenas volví a oír por ese oído. Y eso que hace un año, por fin, me decidí a operarme para ver si lo recuperaba. Pero, nada: tengo dañado el oído interno, así que todo fue en vano 😢

   A partir de ese momento, como es lógico, cuando veo a alguien manipulando alguno de esos artefactos, mis sentimientos van del terror al cabreo más absoluto.Creo que la gente no es consciente de lo peligrosos que son; no sólo para quienes los usan, sino también para los que pasan por allí. Porque mi caso no es el único; en mi círculo cercano, además de mi oído, una vecina perdió un ojo y, la amiga de otra, un pie. Todas fuimos víctimas inocentes.

   Lo más curioso de todo es que, cuando se comenta, la gente piensa que los petardos están prohibidos, por lo que nadie entiende cómo pueden venderse en los mercadillos navideños ni que las empresas pirotécnicas metan publicidad en los buzones.

   Hace un par de semanas, tuve acceso a la normativa del Ayuntamiento al respecto. En ella se dice que su uso está prohibido sin permiso municipal, y se establecen las multas que se podrán poner. Además, se dan una serie de normas de uso correcto. En fin, que su lectura no pudo dejarme más.....plof. Todos sabemos que esas normas no se cumplen nunca, igual que sabemos que las multas no se ponen; en parte, porque es casi imposible pillar a la gente in fraganti.

   Por ejemplo, las normas de la edad: se establece que los menores de 12 años no pueden usar petardos de ningún tipo.......y todos hemos visto a críos mucho más pequeños jugando con ellos. Muchas veces con el beneplácito de sus padres, que son quienes se los compran.

   Por no hablar de la norma que dice que hay que alejarse lo más rápidamente posible antes de que estallen, para no resultar heridos. Ya.....lógico ¿no? Pero ¿qué hay de la gente que pasa por allí y que no sabe que hay un petardo a punto de estallar?¿Qué hay de los problemas que el ruido y el humo causan en la gente enferma?

   Lo cierto es que no deja de ser muy contradictorio que no se prohíba su venta y publicidad....y sí su uso. Según parece, si se ve a alguien tirando petardos en la calle, se le puede denunciar; aunque ya me imagino que mientras se llama a la policía y vienen, los autores de la explosión han desaparecido. Por no hablar de lo que ocurre en Nochevieja: como hay tanto zumbado tirando petardos, bombas, tracas y cohetes, las autoridades han decidido hacer como que no pasa nada.

   La verdad es que durante muchos años me he sentido como un bicho raro quejándome de que se permita su venta y uso libremente; pero en los últimos tiempos, gracias, principalmente, a las redes sociales, he comprobado que cada vez somos más los que pensamos abiertamente que deberían estar prohibidos. Es curioso que la gente empiece a preocuparse por lo que sufren nuestras mascotas por su culpa, cuando somos nosotros los primeros afectados. Pero, en fin, si apelando a su bienestar conseguimos el nuestro......me apunto a cualquier iniciativa orientada a prohibirlos totalmente o, en el caso de que los descerebrados que no consideran posible divertirse sin ellos quieran seguir arriesgando su salud y la de los demás, se acondicionen lugares en las ciudades, apartados de las zonas habitadas, donde puedan ir a quedarse sordos, ciegos o mutilados 😊


Texto Ana María Blanco Estébanez
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